martes, 17 de marzo de 2009

Sólo por casualidad

No es muy grato para mí pero tengo que revelarles un dato que día a día me atormenta: Innana y yo cumplimos el mismo día.
Sí, realmente es una coincidencia amarga que me toca pasar por alto para no volverme más demente de lo que soy. Seguramente ella estará feliz de que sólo falten unas horas para cumplir sus primeros y últimos 18 años. 18 de marzo / 18 años ... jajaja!, ni hablar, no me llevo bien con la numerología de J.J. Benítez.
Pero si bien ella lo disfruta, ¡yo no veo la hora de que pase ese día tan fastidioso! Es bastante molesto tener que recibir una felicitación tan vana y tan hipócrita de la mayoría de personas que conozco. Nací un día cualquiera de un año cualquiera... el hecho es que nací! Y cumplir años no es más que esperar por los regalos y aspirar a que aquellas personas que realmente me importan, me dirijan la palabra almenos una vez y con una notable anti-excusa.
Lo bueno es que muy pocas me importan, y las que me importan, me lo dicen de una forma única: No diciéndomelo. Sólo estando a mi lado, recibo los mejores deseos y las mejores felicitaciones que alguien pudiese tener. Y no es cuestión de ser modesto. La modestia me aturde. Lo único que pido es que no le den tanta importancia a ese día, sino a la persona que está frente a sus ojos... todos los santos días.
La vanagloria de los cumpleañeros es una estupidez que aprovecho cuando les digo: "Otro año con el que te acercas a la tumba" ... ahg! qué forma de quitar una sonrisa! Igual, de eso se olvidan cuando reciben sus esperados regalos. Yo sé que sólo dos personas me darán un regalo que apreciaré. El resto no me dará, o de pronto ... olvídenlo, no me dará.


Y para darle más alegría al asunto: Las 4 etapas líquidas de la vida!





Y si alguno piensa darme un regalo... quisiera una cama de estas por favor!





No hay comentarios: