jueves, 12 de noviembre de 2009

Antología del Extranjero

Sobre la relación entre estímulo-indiferencia

Suponiendo que, a base de las relaciones interpersonales, una persona constituye una actitud hacia ellas determinada por el canon intrínseco social que empaña una reacción más instintiva  - por así decirlo - de las personas que las poseen. Entonces,  ¿Cómo criticar las reacciones de la gente cuando se presenta un cambio imprevisto en el funcionamiento de estas relaciones?

Ya me había fijado en la forma en que las personas juzgan cuando uno no reacciona de una forma "normal". ¿Qué es normal? Bueno, las fórmulas sociales parecen ser sencillas. Un ejemplo que podría mostrar es el típico noviazgo:
Relación amorosa con otra persona con o sin intención de casarse o de tener convivencia libre. (1)

Pongámoslo a inferencia de la ley de causa y efecto. O más psicológicamente conductista: Estímulo  - Respuesta, en este caso, el esperado por las mujeres que parecen ser las más afectadas... aunque hay muchos hombres que también lo son.

- Estímulo: El novio(a) no llamó durante todo el día.
   Respuesta de la persona que recibe el estímulo: Piensa "Ya no me quiere / no le importo / debe estar con la(o) otra(o)" - esta red de pensamientos suele complicarse cuando hay una serie de relaciones entre experiencias del pasado e imaginación por parte del afectado -  
  Respuesta que no corresponde al estímulo: Ignorar el hecho de que tuvo que haber una llamada. Se piensa "ummm... tengo ganas de un chocolate y de ver una película. Pero tengo que hacer trabajos, rayos! Bueno, será para la próxima."

Este tipo de respuesta suele ser percatada por aquellas personas interesadas en el seguimiento de la relación o incluso - y de forma desesperante - por la que provoca el estímulo. Me he visto a veces sujeta a la interpretación de ciertas personas sobre mi comportamiento indiferente a los estímulos - buenos o malos: para mí neutrales - que ocasionan los cooprotagonistas de mis relaciones interpersonales.
Tal vez debo aclarar que no tengo un sentimiento alienado a la sociedad, es decir, un existencialismo que se basa en la injustificación de la importancia de la vida y de sus pobladores y que, por algún motivo, arraiga en la personalidad de ese "extranjero" camusiano una indiferencia por los sentimientos propios y basa su existencia en vivir mecánicamente saciando sus necesidades fisiológicas y hedonistas. Soy hedonista en cierta forma, pero no tengo un vacío interior que me impide sentir: alegrarme, entristecerme, etc. Ni tampoco me da igual los sentimientos de las personas. Pero, mi visión conrespecto a ciertos comportamientos son grosso modo adecuadas a mi objetividad, luego encuentro en el amor algunas falencias que no deberían ser tomadas por relevantes. Algunos encuentran esto muy difícil de comprender. Sin embargo, sólo hay que conocerse a uno mismo para enterder qué comportamiento o qué reacción de alguna manera valdría la pena, en tanto me es favorable o no. Simplemente creo que uno puede auto-sujestionarse para evitar lo que no es favorable para la salud física o emocional. Es una lástima que muchos vean eso como una forma de "mecanizar el amor" o de "volverse como un robot programable o dado exclusivamente a la razón" ... no entiendo por qué no pueden cocebir una forma de relacionarse que esté apoyada por la inteligencia y no sólo por el sentimiento.





(1) Me tomé la libertad de definirlo de modo que sea familiar para todos porque, en algunos casos, la concepción del término suele ser diferente, incluso, muy idealizada.

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