Un día como cualquiera, te subes al bus. Agobiado por los quehaceres del día y con la mente perdida, te sientas. A medio camino, sientes la asquerosa necesidad de tirarte un pedo, de esos que irritan y acongojan el estómago con punzadas de dolor y ansiedad.
Piensas: "aguanta, aguanta... ¡el bus va lleno!...". Entonces, escuchas que la música tiene un volumen bien alto y decides comenzar a pedorrearte al ritmo de ésta.
Después de un par de canciones, te comienzas a sentir mejor, pero aún te quedan pedos por soltar. Con un gran esfuerzo y con la música como escudo... ¡Sueltas ese enorme pedo que te tiene sufriendo! ¡Oh, descanso! y piensas: "Seeeee..... por fin...."
Ya aliviado, se acerca la parada en la que te debes bajar, y al levantarte sientes montones de miradas que te hacen sentir mal.
En el momento justo de que te estas bajando del bus...
recuerdas que....
¡¡ ESTAS ESCUCHANDO TU IPOD !!
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1 comentario:
jaja ten más cuidado para la próxima..
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